Personería jurídica Nro. 36114 (Prov. Bs. As.)

MÓDULOS DE INVESTIGACIÓN

Módulo de investigación "el amor para el psicoanálisis".
Verónica Ortíz
 
Todo amor es amor de transferencia, porque todo amor encuentra un objeto perdido al que no podría hallar si no lo hubiese extraviado antes. Así, se “transfiere” de un objeto a otro.
En su primera contribución a la psicología del amor, Sobre un tipo particular de elección de objeto en el hombre, Sigmund Freud explica las condiciones exigidas al objeto de amor (liebesbedingung) como puntos de fijación a los objetos incestuosos de la infancia que- eficacia de la prohibición del incesto y período de latencia mediante- han tornado a nuestros amores imposibles, obligándonos a buscar sus subrogados fuera de la familia.
El poeta lo dice así: en su poema El amenazado, Jorge Luis Borges dice “Es el amor (…) La hermosa máscara ha cambiado, pero, como siempre es la única”.
Y hablando de máscaras… Jacques Alain Miller sostiene en Los divinos detalles: “Uno no se divierte en la vida amorosa freudiana, y sin embargo es una comedia, un teatro de máscaras del estilo del baile en la Ópera: ¡Qué horror! ¡No es él ni tampoco ella! Quiere decir que la vida amorosa freudiana se desliza completamente en el malentendido, lo que constituye otra manera de decir que el amor es de transferencia.”
El encuentro es, entonces, un reencuentro. También cuando es con un analista. El amor de transferencia implica la repetición.
¿Es esa exactamente la posición de Jacques Lacan? Podemos decir que no. Si bien Lacan no desconoce la estofa familiar, edípica de la bedingung, piensa que existe la posibilidad de la invención en la transferencia-en la transferencia de amor-, lo que abre  a alguna otra cosa que meramente repetir. Se volvería posible un “amor nuevo” (Seminario 20). ¿Qué será este nuevo amor? ¡Prohibido idealizar!




Módulos de investigación 2014


La Asociación de Psicoanálisis San Fernando-Tigre invita a participar de sus Módulos de Investigación Anual:

"El amor para el psicoanálisis"
Próximo encuentro: 15 de Marzo 2014.
Lugar: Sede de la Asociación: Av. Perón 1112, San Fernando
Días y horarios: 3ros. Sábados 10.30-12.30hs -Frecuencia mensual
Costo: $80 mensual (Adherentes y miembros no pagan)
Coordinadora: Verónica Ortiz
Asesora: Miriam Soae.
Consultas e Inscripción: v.ortiz.mac@hotmail.com
"Psicoanálisis con niños"
Reinicia: 17 de Marzo 2014.
Lugar: Sede de la Asociación: Av. Perón 1112, San Fernando
Días y horarios: Lunes 19.30-21hs - Frecuencia mensual
Costo: $80 mensual (Adherentes y miembros no pagan)
Coordinadora: Myriam Leguizamon
Asesora: Claudi Castillo.
Consultas e Inscripción: myriam_leguizamon@hotmail.com

"La dirección de la cura y los principios de su poder"
Inicio: 22 de Marzo 2014.
Lugar: Biblioteca Popular Sarmiento: Av. Libertador 440,Tigre
Días y horarios: 2dos y 4tos Sábados 10.30-12.30hs- Frecuencia quincenal
Costo: $150 mensual. Descuentos a matriculados ($130) y estudiantes ($120).
(Adherentes y miembros no pagan)
Coordinador: Félix Chiaramonte
Consultas e Inscripción: apsf.tigre@gmail.com// 4746-9386
 
"Respuestas analíticas a las adicciones"
Reinicia: 5 de Abril 2014.
Lugar: Sede de la Asociación: Av. Perón 1112, San Fernando
Días y horarios: Sábados 10-12hs - Frecuencia mensual
Costo: $80 mensual (Adherentes y miembros no pagan)
Coordinador: Félix Chiaramonte.
Asesora: Adriana Testa
Consultas e Inscripción: felixchiaramonte@yahoo.com.ar
 
"Las mujeres y el psicoanálisis"
Reinicia: 5 de Abril 2014.
Lugar: Sede de la Asociación: Av. Perón 1112, San Fernando
Días y horarios: Sábados 14-16hs - Frecuencia mensual
Costo: $80 mensual (Adherentes y miembros no pagan)
Coordinadora: Alejandra Medina
Asesor: Germán García
Consultas e Inscripción: lic.alejandramedina@hotmail.con



Módulo: Las mujeres y el psicoanálisis

Psicoanálisis y feminismo

“El psicoanálisis, por su particular naturaleza, no pretende describir qué es la mujer -una tarea de solución casi imposible para él-, sino indagar cómo deviene, cómo se desarrolla la mujer a partir del niño de disposición bisexual.”

Sigmund Freud, La feminidad.[1]

En esta presentación nos proponemos exponer de modo acotado algunas cuestiones que estuvimos trabajando a lo largo del año en el Módulo Las mujeres y el psicoanálisis. Estamos en el punto de origen, tanto de los desarrollos psicoanalíticos en materia de feminidad -de Freud y de sus discípulos-, como de los feminismos.

Los primeros intentos

Si bien resulta difícil establecer un tiempo inaugural de los movimientos feministas,  en Europa occidental y EEUU hay momentos de estallidos a lo largo de todo el siglo XIX. Solas, de a dos, en familias o en grupos, las mujeres se organizan sobre la base del sexo. Más organizados  y con mayor continuidad en EEUU, más esporádicos y fluctuantes en Europa,  en el marco de crisis políticas o acompañando los desarrollos sociales, los feminismos reivindican la independencia de las mujeres y el fin de la esclavitud sexual. Las posiciones teóricas en las que se sustentan los distintos movimientos están divididas entre una corriente igualitaria, que apunta a los cambios legislativos y lleva el sello de la individualidad -las mujeres quieren ser ciudadanas-, y una corriente dualista, que encuentra en la maternidad el atributo femenino por excelencia en pos de reformas educativas y legislativas -lleva la marca de la burguesía y la cuestión ético-social-. La corriente dualista va ganando territorio, en tanto que sus reivindicaciones no son tan inaccesibles como las de la corriente igualitaria, y en tanto no representa una amenaza para la sociedad patriarcal.[2]

Durante el cambio de siglo, el sufragismo se ubica en el centro de las demandas.

1914, Primera Guerra Mundial: los movimientos feministas, históricamente vinculados a las ideologías nacionales, dan batalla por el derecho a voto amparándose en los servicios prestados a la patria. Pero no es momento para hacer peticiones.[3]

La clásica dicotomía

Viena de principios de siglo: capital cosmopolita. Viena carnal, sexualmente licenciosa.

Las mujeres encarnan la sexualidad, una sexualidad que puede resultar peligrosa y anárquica. La moral burguesa se asegura que sus damas lleguen vírgenes al matrimonio y sean fieles a sus maridos, y a la vuelta de la esquina las prostitutas garantizan la lujuria y este estado de cosas. Desde el punto de vista de la mujer dominaba la ideología masculina, que hasta cierto punto determinaba el pensamiento y la conducta de las mujeres. El movimiento feminista vienés creció en esta atmósfera. Freud se mostró sumamente interesado por las reivindicaciones contemporáneas de la emancipación de la mujer. Opinaba que las rígidas costumbres sexuales de la época las llevaban a protestar, lo cual era justo y debía ser atendido. Pero la hipótesis básica de igualdad con los hombres, era insostenible.[4]

Los trabajos de Freud sobre la feminidad se sitúan también en este marco y en medio de estas preocupaciones, pero no parece adecuado confundir esta situación con las respuestas que Freud proporciona, elaboradas rigurosamente en el interior de la teoría.

¿Por qué las mujeres aman a los hombres? Y no a su madre.

Es el título del libro que estuvimos trabajando a lo largo de todo el año, que guío nuestra lectura por los textos de Freud -y de sus discípulos- sobre la sexualidad femenina. Pero es también el interrogante que se formuló Freud cuando comprendió que las niñas, al igual que los niños, toman por primer objeto de amor a la madre.[5]

Una vuelta a los textos de Freud

No hemos tomado sino aquellos puntos que consideramos nos llevan adonde queremos llegar: la fase preedípica, la omnipotencia materna y la castración en la madre.

El Edipo es el complejo nuclear de las neurosis y es análogo para ambos sexos, hasta 1923, cuando Freud agrega a la organización sexual infantil la fase fálica -que es genital, pero que a diferencia de la organización genital adulta, solo adquiere valor un genital, el masculino-, y se asegura de dejar en claro que lo que postula solo es válido para el varón. [6]

Evidentemente hay algo que complica sus desarrollos. En 1924 la angustia de castración produce la supresión del complejo de Edipo en el varón. El superyó es el heredero del complejo de Edipo. En la niña no puede ser igual, la castración ya está consumada, de nuevo, todo es “oscuro y lagunoso”. [7]

Se trata quizá de lo que preocupa a Freud en ese momento, que es la articulación del núcleo de las neurosis con la angustia de castración. En 1926, la angustia de castración adquiere un lugar nodal como motor de la represión[8], e inevitablemente es este el punto que lo restringe en sus desarrollos sobre la sexualidad femenina: ¿Cómo puede temer la niña una castración ya efectuada?

En 1925[9] retoma la sexualidad de la niñita por una nueva vía: hay una prehistoria del complejo de Edipo en la niña, para quien el primer objeto fue también la madre -esto ya lo dice en Tres ensayos[10], pero la idea pasa casi desapercibida, tal vez porque lo que se ve amenazado es nada menos que la concepción del Edipo como núcleo de las neurosis-. El complejo de Edipo en la niña es entonces una formación secundaria. Establece el nexo entre el complejo de castración y el complejo de Edipo en ambos sexos: mientras que el complejo de Edipo del varón se va a pique por al complejo de castración, el complejo de Edipo de la niña es posibilitado e introducido por este último. De este modo queda planteada la asimetría del complejo de Edipo.

Ahora la pregunta es: ¿cómo es que las mujeres abandonan su primer objeto de amor, lo que las lleva a desear a los hombres? Freud argumenta la dificultad en la labor analítica de la transferencia paterna, por el carácter arcaico del material y deja abierta la cuestión a las analistas mujeres.

Luego se produce un impasse hasta que en 1931[11] y 1932[12] retoma sus elaboraciones, que no son del todo propias. Freud insta a trabajar a sus discípulos y a su vez, es puesto a trabajar por ellos. Prueba de esto son los textos de la década del ‘20 de Van Ophuijsen, Fenichel, Lampl de Groot, Deutsch, Klein, Mack Brunswick, y las referencias que él mismo hace a esos trabajos, con errores y omisiones que implican un capítulo aparte.

La experiencia de sus discípulos contribuyó ampliamente a las rectificaciones. En La sexualidad femenina y La feminidad, vemos entonces una manera respectivamente “detectivesca” y “ordenada” de exponer un estado de cosas, alejándose de su estilo habitual de elaboración.

De todos modos, hay algo que no se termina de articular en estos textos y es la cuestión de la omnipotencia materna y la función del padre como interdictor.

En este punto quisiéramos retomar a Melanie Klein[13]. Si bien en los trabajos de esta autora la figura del padre aparece borrosa, hay algo que nos llamó poderosamente la atención, sobre todo teniendo en cuenta que ha sido un tanto subestimada, no solo por Freud -él parecía tener sus motivos-. Es cierto que sus desarrollos, como sus exposiciones, suelen resultar un tanto forzadas, pero consideramos que en este punto hay que otorgarle el lugar que se merece. La cuestión es la siguiente: A diferencia de Freud, para Melanie Klein, el drama inaugural no es la castración, sino la dependencia absoluta y por lo tanto la omnipotencia de los objetos primarios. En esta omnipotencia el lugar de la madre es absolutamente central. Desde luego no es una madre real, castrada o activa; Ruth Mack Brunswick nos aclara este punto: “es una madre producto de la fantasía”. Capaz de brindar e incitar los mejores placeres, como de quitar y prohibir a su antojo, por puro capricho; poseedora de todos los bienes que le son negados al niño, capaz de gozar de él, del pene, del padre. Una madre “gozadora feroz” que tiene que ver más con el padre de la horda primitiva que con la madre “deseante castrada”. En fin, una madre fálica, omnipotente; anterior a la castración y a la prohibición del incesto.

Hasta aquí, la madre. ¿Qué hay del padre en su función de interdictor?

Ruth Mack Brunswick[14] desarrolla este punto de un modo esclarecedor. Esta autora, apoyándose en los desarrollos de Melanie Klein, teoriza sobre la etapa preedípica -incluso es quien acuña este término-. A partir de un caso de delirio de celos, una paranoia -un caso sin Edipo-, publica en 1940 un artículo dedicado a la prehistoria del Edipo –de la mano de Freud, lo que es posible percibir en algunas aclaraciones-. Lo que ella dice es que el padre ocupa para la madre un lugar del que el niño se siente excluido. Esto, al tiempo que priva al niño de la ilusión de que ella siempre puede satisfacerlo, lo libera de tener que satisfacerla: lo libera de la angustia de la insuficiencia. Si la madre se ocupa del padre en perjuicio del hijo, entonces es por ese lado que ella espera el objeto que puede satisfacerla. De este modo, el órgano masculino es “elevado a la dignidad del falo”. El padre es quien detenta el falo. A la vez de falóforo, el padre es castrador, porque la madre se dirige a él prefiriéndolo al niño, y porque desvía las exigencias de ésta con respecto al niño. A su vez, si se ocupa del padre porque espera el objeto que puede satisfacerla, la madre está castrada. El reconocimiento de la castración en la madre es lo que pone fin a la omnipotencia materna. El fin de la omnipotencia materna da lugar al complejo de Edipo. Vía identificación con la madre activa y fálica, tiene lugar el paso de la dependencia y la pasividad a la independencia y la actividad.

Ahora bien, si de lo que se trata es de la fantasía de la madre omnipotente y del padre falóforo y castrador, y no de la madre y del padre reales, podemos arriesgar que de lo que se trata en el mito del Edipo es de lugares, que pueden estar más o menos encarnados por los padres reales, pero que existen más allá de ellos. O términos, en el sentido que les otorga Levi-Strauss en Las estructuras elementales de parentesco. Para Levi-Strauss la regla universal y primordial es la prohibición del incesto. Con el fin de romper con la circularidad biológica en la familia compuesta por madre, padre e hijo, debe intervenir un cuarto término: el hermano de la madre, que llega con la inauguración misma de la sociedad, ya que es esencial a la misma. El hermano de la madre ofrece su hermana al entonces futuro hermano político, de modo que actúa como mediador entre su hermana y su hermano político; a la vez, media entre los padres y el hijo, interviniendo entonces a nivel horizontal como vertical para asegurar la ley.[15] En nuestra sociedad el rol autoritario del padre confirma que se trata de una sociedad patriarcal.

Del mismo modo en Freud, el complejo de Edipo es un universal que representa el ingreso del hombre en la cultura. Refleja el tabú del incesto y el rol del padre como interdictor.

Las críticas de las feministas.

Los desarrollos freudianos sobre sexualidad femenina tienen lugar en las décadas del 20 y del 30. Por esos tiempos algunos psicoanalistas que huían de la persecución nazi  emigraron a EEUU. La pronta propagación del psicoanálisis en el país del norte, y la rápida popularización de los términos psicoanalíticos, que literales o deformados se convirtieron en frases hechas, sumado a la exigencia de que los psicoanalistas fuesen médicos -lo que probablemente haya contribuido a un reduccionismo y a un determinismo biológico de la teoría psicoanalítica-, expresan el declive del psicoanálisis en ese país. En Europa, la declinación es probablemente una resultante de la Guerra.

Freud es el blanco de las críticas de las feministas de la segunda ola, que ven en él al responsable de condenar a una generación de mujeres emancipadas a la pasividad del segundo sexo. Juliet Mitchell, en su libro Psicoanálisis y feminismo[16], expone los motivos que explican los equívocos sobre las objeciones que se le hacen a Freud, en un intento por demostrar que cuando lo atacan, no es a él a quien atacan, sino a la deformación que ha experimentado el psicoanálisis. También tiene en cuenta los equívocos que se producen a partir del análisis de conceptos fuera del marco psicoanalítico general. Por ejemplo, en el apartado en el que cuestiona las críticas de Simone de Beauvoir (a quien incluye por considerarla un referente de la segunda generación de feministas), cita un pasaje de The Second Sex, que dice:

“En principio Freud bosquejó la historia de la niña en una forma absolutamente correspondiente [a la del varón], designando más tarde complejo de Electra a la forma femenina del proceso; pero es evidente que lo definió más sobre la base de su modelo masculino que por sí mismo.”

Mitchell expone al instante dos citas del propio Freud:

“…y que acertamos rechazando la designación “complejo de Electra”, que pretende destacar la analogía en la conducta de ambos sexos”[17]

“No veo progreso ni ventaja alguna en introducir la expresión “complejo de Electra”, y no quiero promover su uso.”[18]

La expresión “complejo de Electra” no solo no es un concepto freudiano (había sido usada por Jung) sino que como vemos, Freud mismo la rechaza.

Se podría agregar al comentario de Mitchell sobre la cita de de Beauvoir, que Freud no bosqueja la historia de la niña, sino que intenta explicar(se) cómo deviene una mujer (idea no muy alejada del histórico postulado de de Beauvoir, la mujer no nace, se hace); de lo que se trata en Freud, es de una reconstrucción a posteriori sobre la sexualidad femenina, tema que lo mantiene en vilo por dos décadas, y que lo lleva a cuestionar el edificio teórico mismo al aceptar una prehistoria del Edipo en la mujer, prehistoria que por otro lado no solo es válida para la niña, sino también para el niño, por lo que, finalmente, a la inversa de lo que objeta de Beauvoir, en este momento se pone a trabajar la sexualidad del varón a partir de un enunciado sobre la sexualidad de la niña. No queremos explayarnos demasiado sobre cada una de las cítricas feministas que expone Mitchell en el libro, podemos concluir, como afirma la autora, que Simone de Beauvoir impregna al psicoanálisis de metafísica jungiana, y que confunde al psicoanálisis con una filosofía. Betty Friedan, feminista norteamericana, responsabiliza  al psicoanálisis por condicionar la situación de la mujer a su rol de madre-ama de casa. Sostiene que los conceptos desarrollados por Freud son adecuados para su época, pero que en la actualidad son obsoletos y refutables. Es cierto que Freud operó dentro de una cultura, pero lo que hizo desde sus postulados fue precisamente subvertirla. ¿Quién hubiera osado decir que las mujeres vírgenes y fieles de la Viena moralista de principios de siglo estaban empeñadas en torno al pene? -sabemos que estamos restringiendo el concepto, pero nos permitimos la literalidad-. Eva Fidges acusa a Freud de estar prescribiendo la condición de la mujer, algo similar a lo que sostiene Betty Friedan, pero va más allá cuando dice que la cura psicoanalítica supone un proceso de adaptación, por lo que el psicoanálisis se convierte en una “amenaza” para las mujeres. De lo que se trata en una cura es otra cosa, imposible reducirlo a un par de líneas escritas, pero basta recordar la regla fundamental de un análisis, la asociación libre: “diga todo lo que se le ocurra”, y la neutralidad y la abstinencia por parte del analista. Mitchell cita un pasaje del Esquema del Psicoanálisis en el que Freud recuerda lo siguiente:

Por tentador que pueda resultarle al analista convertirse en maestro, arquetipo o ideal de otros, crear seres humanos a su imagen y semejanza, no tiene permitido olvidar que no es esa su tarea en la relación analítica, e incluso sería infiel a ella si se deja arrastrar por su inclinación.[19]

Respecto de la objeción al considerar al psicoanálisis como sistema normativo, reiteramos que Freud solo intenta explicar la sexualidad femenina.

No agregaremos mucho si nos referimos a Germain Greer -que repite las interpretaciones equívocas-, a Shulamith Firestone -que devuelve todo a la realidad social, sosteniendo que el complejo de Edipo es, realmente, la familia social –como vemos, el Edipo se sitúa más allá de la realidad familiar- y a Kate Millet -que directamente niega al inconsciente, lo que le permite atacar más fácilmente los desarrollos del psicoanálisis en materia de sexualidad femenina-; lo que intentamos mostrar son los puntos de desencuentro.

Por legítimas que sean sus reivindicaciones o coherentes sus desarrollos, estas feministas equivocan el blanco y el instrumento cuando responsabilizan a Freud en la búsqueda de “culpables”.

Freud mismo se adelanta a los efectos que pudieran causar sus desarrollos, tanto en “los” feministas como en sus oponentes, cuando en Sobre la sexualidad femenina, dice:

“Se puede prever que los feministas entre los hombres, pero también nuestras analistas mujeres, discreparán con estas puntualizaciones. Difícilmente dejarán de objetar que tales doctrinas provienen del “complejo de masculinidad” del varón y están destinadas a procurar justificación teórica a su innata tendencia a rebajar y oprimir a la mujer. Solo que semejante argumentación psicoanalítica recuerda en este caso, como en tantos otros, a la famosa “vara de dos puntas” de Dostoievsky. En efecto, a su vez los oponentes de quienes sostengan tales asertos hallarán muy comprensible que el sexo femenino no quiera aceptar algo que parece contradecir su igualación al varón, cálidamente ansiada. Es evidente que el uso del psicoanálisis no lleva a decidir las cuestiones.”.[20]

A modo de apertura para el próximo año

Lo que Freud ubica como complejo de Edipo es la estructura social -dominada por el padre- de las sociedades occidentales, es decir, la sociedad patriarcal. Es una hipótesis, pero que se comprueba desde el momento en que la autoridad, en estas sociedades, recae sobre el padre. Desde luego no es el padre real, quien  a lo sumo puede encarnar al padre simbólico.

Esta hipótesis adquiere cierta lógica en relación a la prohibición del incesto: el imperativo “no gozarás de tu producto” debe interponerse necesariamente en la díada madre-hijo para que la relación escape al círculo vicioso. Díada que nunca es tal porque entre la madre y el niño se interpone el deseo de la madre, el deseo del falo. El padre simbólico interviene asumiendo la significación del falo, en el lugar del tercer término. Además, se instaura la diferencia: la diferencia de sexos, la diferenciación entre madre e hijo, la diferencia en relación a cada término del complejo. Esta diferencia torna imposible la igualdad entre los hombres y las mujeres, porque es una cuestión estructural, inamovible. Tal vez sea por esto que las legislaciones a favor de los derechos de las mujeres resultan insuficientes o vacías de significado, en tanto que la ley de turno queda sujeta a la Ley simbólica.

Cobra sentido de este modo aquella cita  que habíamos situado en la introducción a la presentación del Módulo en la apertura a fines de 2010:

“Remedando a Lévi-Strauss dice Lacan que así como en el centro de la vida social (y ello por razones no ajenas al poder político) los hombres intercambian mujeres (origen del sistema de parentesco) el psicoanálisis descubre en cambio a la mujer en ese centro intercambiando hijos por falos simbólicos...” [21]

Alejandra Medina



[1] Sigmund Freud: 33ra conferencia. La feminidad, en  Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis y otras obras: 1932-1936 – Tomo XXII, Amorrortu editores, 2da ed., 2006, Buenos Aires, pág. 108
[2] George Duby y Michelle Perrot: Historia de las Mujeres, en El siglo XIX - Tomo 4, Taurus, 1993, Madrid
[3] George Duby y Michelle Perrot: Historia de las Mujeres, en El siglo XIX - Tomo 5, Taurus, 1993, Madrid
[4] Juliet Mitchell: Psicoanálisis y feminismo, Anagrama, 1975, Barcelona
[5] Marie Christine Hamon: Por qué las mujeres aman a los hombres. Y no a su madre. Paidós, 1995, Barcelona
[6] Sigmund Freud: La organización genital infantil (Una interpolación en la teoría de la sexualidad), 1923 – Tomo XIX, Amorrortu editores, 2da ed., 2000, Buenos Aires
[7] Sigmund Freud: El sepultamiento del complejo de Edipo, 1924 – Tomo XIX, Amorrortu editores, 2da ed., 2000, Buenos Aires
[8] Sigmund Freud: Inhibición, síntoma y angustia, 1926 [1925] – Tomo XX, Amorrortu editores, 2da ed., 1992, Buenos Aires
[9] Sigmund Freud: Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos, 1925 – Tomo XIX, Amorrortu editores, 2da ed., 2000, Buenos Aires
[10] Sigmund Freud: Tres ensayos de teoría sexual, Cap. III, Las metamorfosis de la pubertad, 1905 – Tomo VII, Amorrortu editores, 1ra ed., 2000, Buenos Aires
[11] Sigmund Freud: Sobre la sexualidad femenina, 1931, Tomo XXI, Amorrortu editores, 2da ed., 2001, Buenos Aires
[12] Sigmund Freud: 33ra conferencia. La feminidad, en  Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis y otras obras: 1932-1936 – Tomo XXII, Amorrortu editores, 2da ed., 2006, Buenos Aires
[13] Melanie Klein: Estadios tempranos del conflicto edípico, 1928, en Amor, culpa y reparación, 1921-1945, Paidós, 1ra ed., 2006, Buenos Aires
[14] Ruth Mack Brunswick: La fase preedípica del desarrollo libidinal, 1940, en Escritos psicoanalíticos fundamentales, Robert Fliess compilador,  Paidós, 1ra ed., 1981, Barcelona
[15] Juliet Mitchell: op. cit.
[16] Juliet Mitchell: op. cit.
[17] Sigmund Freud: Sobre la sexualidad femenina, 1931, Tomo XXI, Amorrortu editores, 2da ed., 2001, Buenos Aires, pág. 230
[18] Sigmund Freud: Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina, 1920, Tomo XVIII, Amorrortu editores, 2da ed., 1999, Buenos Aires, pág. 148n
[19] Sigmund Freud: Esquema del psicoanálisis, 1940 [1938], Tomo XXIII, Amorrortu editores, 2da ed., 2001, Buenos Aires, pág. 176
[20] Sigmund Freud: Sobre la sexualidad femenina, 1931, Tomo XXI, Amorrortu editores, 2da ed., 2001, Buenos Aires, pág. 232
[21] Oscar Masotta: Ensayos lacanianos, Alfaguara, 2008, Buenos Aires
 


MÓDULOS DE INVESTIGACIÓN: inicio de actividades 2013.
Informamos el inicio de actividades de los Módulos de Investigación:



Las mujeres y el psicoanálisis
Inicio: Sábado 6 de Abril de 2013
Frecuencia: 1° Sábado de cada mes - 14hs.
Lugar: sede de Asociación de Psicoanálisis San Fernando: Perón 1112, San Fdo.
Coordinadora: Lic. Alejandra Medina (lic.alejandramedina@hotmail.com)
Respuestas analíticas a las adicciones
Inicio: Sábado 13 de Abril de 2013
Frecuencia: 2° y 4° Sábados de cada mes - 9 a 11hs
Lugar: sede de Asociación de Psicoanálisis San Fernando: Perón 1112, San Fdo.
Coordinador: Lic. Félix Chiaramonte (felixchiaramonte@yahoo.com.ar)
Psicoanálisis con niños
Inicio: Lunes 15 de Abril de 2013
Frecuencia: Quincenal - 19 a 21hs.
Lugar: sede de Asociación de Psicoanálisis San Fernando: Perón 1112, San Fdo.
Coordinadora: Lic. Myriam Leguizamon (myriam_leguizamon@hotmail.com)
Quienes estén interesados en participar, deberán comunicarse vía e-mail con los coordinadores de cada módulo.
Asociación de Psicoanálisis San Fernando.



“La Educación Prohibida”, un comentario desde el psicoanálisis.

                                               Myriam Leguizamón

El 13 de agosto se estrenó a nivel mundial  La Educación Prohibida” una película documental que cuestiona la escolarización actual. Su mentor es Germán Doin un joven argentino de 24 años egresado del ISER quien realizó el film con el método de financiación colectiva. La película se distribuye en forma libre y gratuita a través de la web y al decir de sus creadores superó sus propias expectativas en cuanto a la cantidad de personas que ya la han visto.
Con tono provocador y un estilo particular que utiliza mezcla de gráficos, animaciones y actuaciones, resulta recomendable para interesarse y conocer sobre la realidad educativa ya sea desde la óptica de los alumnos, de los docentes e incluso de las autoridades gubernamentales.
El film cuestiona a la escuela tradicional a través de un recorrido por sus orígenes e historia a lo largo de los 200 años de su existencia, presenta otros modelos pedagógicos y escenifica la realidad educativa actual a través de una ficción que pone sobre el tapete el descontento de un grupo de  jóvenes con el sistema educativo.
La crítica a la educación actual se articula con la presentación de ciertas propuestas educativas poco convencionales que funcionan en la actualidad en Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, México, Guatemala y España. A partir de imágenes atractivas de docentes y niños interactuando en aulas, huertas y talleres artísticos y de las entrevistas a numerosos pedagogos que defienden y argumentan a su favor, estos nuevos estilos pedagógicos seducen y entusiasman al espectador.
Transversalmente aparece a través de la ficción una acusación severa contra las instituciones escolares, a partir de la escenificación de un conflicto que surge por un discurso escrito por alumnos que las autoridades escolares intentan modificar, se denuncia que en la escuela se atenta contra la libertad de expresión y que los diferentes actores sociales (docentes, alumnos, directivos) son presos del sistema.
Enseñar y aprender son cuestionados desde distintos ángulos, puestos bajo sospecha, pero paralelamente se genera una ilusión: con cambios en los métodos y estrategias pedagógicas se puede educar más y mejor.
¿Qué decir desde el psicoanálisis sabiendo que la educación es uno de los imposibles freudianos?
Hace un tiempo accedí al texto de Catherine Millot Freud antipedagogo, un libro que hace un recorrido exhaustivo por la obra de Sigmund Freud ubicando sus teorizaciones en torno a la aplicación de las ideas del psicoanálisis a la educación. El libro me resultó muy interesante, serio y podría decir - abreviando enormemente su discurrir- que lo que la autora quiere transmitir es que Freud pasó del entusiasmo a la desilusión en cuanto a una posible relación entre el psicoanálisis y la educación. Psicoanálisis y educación  son dos campos totalmente diferentes.
Sin embargo voy a tomar de la autora una conclusión con tono de sugerencia donde señala un posible punto de encuentro entre pedagogía y psicoanálisis.
Dice Millot “De la experiencia analítica puede deducirse una ética en la que la pedagogía podría inspirarse; ética basada en la desmitificación de la función del ideal como fundamentalmente engañoso y opuesto a una lúcida aprehensión de la realidad".
Llevando este pensamiento de Millot a la película, puedo decir que si bien hay una marcada y constante crítica a los ideales de la escuela tradicional y es a ese tipo de educación a la que llaman “La Educación Prohibida”, a lo largo del film emerge un nuevo ideal educativo. Rechazando el autoritarismo, la anulación de las diferencias, el desajuste con la realidad, terminan por generar otro ideal: una escuela  ideal con métodos ideales, con prácticas ideales, con maestros ideales “La Educación Ideal jugando con el título.
Pero el educar descansa en la imposibilidad de lograr lo que llamaríamos “resultados ideales” y en ese punto la película no parece estar advertida que genera lo mismo que rechaza.
De todos modos, considero que el planteo que realiza resulta muy útil para pensar en una renovación de las teorías, métodos y contenidos de aprendizaje, teniendo en cuenta que estamos en el siglo XXI. Pero aprovecho para señalar- ya que en la película solo se lo plantea fugaz y sutilmente-  un tema que considero más urgente y sobre el cual resulta necesario reflexionar: me refiero a una función que actualmente desempeña la escuela, “vigilar el desarrollo evolutivo y detectar déficit”. Esa función, necesaria en su justa medida pero nociva si se generaliza, se torna un verdadero peligro ya que el niño que no se adapta a los “ideales” es rápidamente etiquetado psicológica y psiquiátricamente y  rápidamente considerado portador de algunos de los síndromes de moda: ADD,TGD, autismo, etc., anulándose de ese modo lo más singular de cada niño, es decir, su propia historia. Considero que eso sí debería ser lo “prohibido.

 

Psicoanálisis con niños

Ya hemos comenzado con nuestro trabajo de investigación sobre el autismo.
Si bien el autismo como entidad nosográfica nos remite a las descripciones del psiquiatra Leo Kanner -quién en la década del 40 en los E.E.U.U. crea una entidad que denomina autismo infantil precoz para aplicarlo a ciertos niños que se caracterizaban  por su “extremo repliegue desde el inicio de la vida"- hemos decidido que era necesario realizar un rastreo en la bibliografía psiquiátrica y psicoanalítica previa a esa década para poder ubicar el background y los antecedentes de esta entidad, tal cómo lo sugiere Guillermo Belaga en el texto que nos encontramos leyendo: Las psicosis infantiles.
Nuestra investigación se encuentra actualmente en la búsqueda de material bibliográfico en torno a varios autores que han teorizado sobre los trastornos psiquiátricos en los niños, por ejemplo George Heuyer, quien es considerado el pionero de la psiquiatría infantil en Francia; Adolf Meyer, uno de los precursores de la psiquiatría dinámica en E.E. U.U. y quien estableció  que la enfermedad mental era una reacción a un ambiente patógeno y al mismo tiempo a una estructura, concepción en la que se mezclaban la organogénesis y la psicogénesis y que ejerció una decidida influencia en las concepciones de Kanner.
Nos parece necesario y pertinente este rastreo bibliográfico que comenzamos, para poder entender cómo fue generada la actual denominación del DSM 4 que postula al autismo infantil como un problema del desarrollo y para poder identificar los virajes, las continuidades, las oposiciones y las relaciones que se establecieron entre las diferentes entidades nosográficas que fueron precursoras del surgimiento de distintos abordajes terapéuticos que han facilitado la adopción, entre otros, de los programas conductuales y educacionales para el tratamiento de los niños.



MÓDULOS DE INVESTIGACIÓN


Informamos el inicio de actividades 2012 de nuestros Módulos de Investigación:


Respuestas Analíticas a las Adicciones

Un espacio para trabajar los límites de las prácticas, la de las adicciones por un lado, la del psicoanálisis por otro. Un lugar para leer lo que se hace desde la experiencia analítica, y para ubicar los textos que el psicoanálisis y otras disciplinas han producido.
"...Como los define Alain Ehrenberg, los hombres de las sociedades modernas deben vivir como funámbulos sobre un hilo tejido de contradicciones, en equilibrio inestable, sobre el filo de la navaja. En ese sentido, las sustancias que alteran los estados de conciencia y las percepciones mentales son prácticas de multiplicación artificial de la individualidad, ya sea que inicien al conocimiento de otro mundo, aumenten las performances de cada uno, anestesien la angustia, favorezcan el intercambio social desinhibiendo o, a la inversa, desprendan del mundo común permitiendo encerrarse en sí mismo, en su refugio o infierno privado...Pareciera que allí encontramos al que, como dice Baudelaire, es fumado por su propia pipa."
Por otra parte, y como orientación fundamental, trabajaremos referencias de Sigmund Freud y Jacques Lacan respecto de las adicciones y las toxicomanías, distinguiendo los tratamientos que se dan según las respuestas sociales que se proponen, y brindando herramientas clínicas distintas a los adiestramientos conductistas.

Primera reunión 2012: Sábado 10 de marzo - 9.00hs
APSF: Av. Presidente Perón 1112, San Fernando.
Frecuencia quincenal.
Para más información escribir a: felixchiaramonte@yahoo.com.ar



Psicoanálisis con Niños

A mediados del año 2008, un grupo de colegas decidimos crear un Módulo de Investigación sobre un tema que nos interpelaba, que queríamos replantear, con las dificultades de la práctica y con rigurosidad desde los textos psicoanalíticos.
Conversando, fuimos escuchando desde nuestro deseo de analizar; teníamos muchas preguntas, dudas y cuestionamientos acerca de la atención de los niños en el consultorio; fue así como nuestro tema de investigación quedó delineado: sería, entonces, el Psicoanálisis con niños.
La intención de teorizar nuestra práctica psicoanalítica con niños, el poder articular los conceptos teóricos que nos permitieran dar cuenta de nuestras intervenciones y que nos orientaran en la dirección de la cura, fueron los ejes que pusimos a trabajar.
La propuesta fue no perdernos en la bibliografía actual del psicoanálisis con niños, muy variada y abundante por cierto, sino que el recorrido de este año y medio se centró en abordar los textos clásicos de Freud: Tres ensayos para una teoría sexual (1905), El creador literario y el fantaseo (1907), Teorías sexuales infantiles (1908); el caso Juanito (1909) (ubicando en el historial síntoma, angustia y dirección de la cura). Y de Jacques Lacan tomamos Dos notas sobre el niño del libro “Intervenciones y textos 2”, los capítulos XII, XIII, XV y XVI del Seminario 4 “La relación de objeto” (1956/7) y los capítulos IX, X y XI del Seminario 5 “Las formaciones de inconsciente” (1957/8).
A su tiempo llegó el turno de los autores contemporáneos, como el libro Hay un fin de análisis para los niños (1999) de Eric Laurent y el texto El niño entre la mujer y la madre (1996), de Jacques-Alain Miller, textos que han sido muy esclarecedores para pensar clínica con niños.
Clínica con niños… práctica peculiar, por muchas razones pero sobre todo por el modo en que éste llega a análisis, ya que es traído por los otros y hablado por ellos. Clínica desacartonada, jugada, jocosa, dramática, enchastrada, escénica, pero que no se aleja un ápice de los fundamentos del psicoanálisis, ya que se trata de darle la palabra a alguien y ver surgir ahí, la singularidad del sujeto.
Nuestra idea es presentar y promover este espacio que nos permite pensar juntos las problemáticas actuales que atraviesan a la infancia, las demandas de los padres y las diferentes instituciones (jardín, escuela, etc.) cómo dar alguna respuesta desde el psicoanálisis a estos malestares contemporáneos. Y también suscitar nuevas preguntas que nos impulsen a continuar formándonos y así repensar constantemente nuestra práctica analítica.

Primera reunión 2012: Lunes 12 de Marzo - 19.30hs
APSF: Av. Presidente Perón 1112, San Fernando.
Frecuencia quincenal.
Para más información escribir a: myriam_leguizamon@hotmail.com

Las mujeres y el Psicoanalisis

Abierto al público en general. Invitamos a quienes estén interesados por la cuestión de las mujeres y el psicoanálisis.
A fines del año pasado, en el módulo, llegamos a la hipótesis de la sociedad patriarcal y a lo que se abre de ésta en relación a la prohibición del incesto, al deseo de la madre, al padre simbólico, a la instauración de la diferencia -que hace de la igualdad absoluta entre hombres y mujeres un imposible.
La propuesta es continuar en esta serie con nuevos textos e introducir historia de las mujeres, alternando una lectura con la otra e intentando ubicar puntos de encuentro y/o de desencuentro, manteniendo una dialéctica con los feminismos que posibilite una problematización de la lectura.
Primera reunión 2012: Lunes 12 de marzo - 14hs
APSF: Av. Presidente Perón 1112, San Fernando.
Frecuencia semanal.
Para más información escribir a: lic.alejandramedina@hotmail.com

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