La
responsabilidad que nos concierne a la hora de presentar un caso nos
plantea de qué manera resolvemos la tensión epistémica y ética que nos invita a
la enseñanza del caso como modo de transmisión del psicoanálisis como práctica.
De esta manera Éric Laurent en La poética del caso lacaniano nos habla de la
demostración:
“¿Cómo se constituye la demostración dentro del psicoanálisis? ¿Cómo reconocen
los psicoanalistas la evidencia que les es trasmitida? ¿Es a través de una
lengua común, definición común de lo que sería el caso, de un resultado previsible
en el análisis? El psicoanálisis funciona al revés, no con ideales y cánones de
la forma del caso sino más bien, en cada caso, es con la particularidad de la
distancia con cualquier modelo canónico que se registra la presencia de cada
analista y como se hace entender. El caso clínico es el mismo tiempo
inscripción y distancia”.
Extraído del
libro El sentimiento delirante de la vida de Éric Laurent.
Verónica Ríos