Lic. Verónica Rios
El 23de noviembre en la Biblioteca Madero
de la ciudad de San Fernando, en el marco de las Clases del curso anual del
IOM, Germán García presentó la conferencia titulada ¿Qué hacemos cuando hacemos Psicoanálisis?
Los puntos abordados, constituyeron una orientación
de trabajo. Al comienzo un problema epistémico, acerca del concepto de
determinación difundida en los medios de
comunicación con referencia a la psicología y la diferencia del psicoanálisis.
Destaca las ideas claves con las
cuales se abre un debate conceptual y
una clara posición del psicoanálisis de despejar el sesgo religioso que subyace
en las ideas de determinación. Esa idea religiosa diría “que cada uno de
nosotros sería el efecto pasivo de un ambiente”. El psicoanálisis, a diferencia
de esta idea de corte sociológico, parafraseando a Germán, “Es otra cosa”, y a contrapelo propone la respuesta del sujeto,
que no se explica por las condiciones ambientales.
Su recorrido aborda la historia del Psicoanálisis, su
diferenciación con otros campos como la psiquiatría y la psicología. En su
libro La entrada del psicoanálisis en la Argentina menciona
el ejemplo de Ángel Garma, quien se
forma en una relación donde el ejercicio
del psicoanálisis es subsidiario de la medicina, en concordancia con el
estatuto de la Sociedad
de Psicoanálisis de Nueva York.
Estas cuestiones, y su diferencia con lo
que nos orienta dentro del Campo Freudiano en la actualidad, permiten abordar
las condiciones en que se puede pensar la formación, enseñanza, autorización y
práctica del psicoanálisis. Y puntualiza cómo la institución es la clave del
operador de esta posibilidad a condición de saber: qué queremos, qué hacemos,
cómo lo hacemos y verificar los resultados.
Por último establece la diferencia entre psicoanálisis
y psicología, y las pseudos diferencias
para pasar a taxativas posiciones fundamentadas.
Es oportuno citar que lo que distingue al
deseo del analista, no se trata de ser amigo, pareja, salir al cine, etc. sino que
se trata de querer analizar, esta diferencia nada menor ubica a la psicología
del lado de regular las conductas con su correlato moral y al psicoanálisis en
otro lugar, correlato del analista y su posición ética respecto de que quien
consulta pueda hablar más allá de sus buenas intenciones, es decir sin sesgos
moralizantes o religiosos pero sí de la sorpresa que lo divide. Eso se llama
repetición, no es un hábito, esa diferencia la propone quien consulta como
resultado de su queja en el encuentro inaugural con la presencia del analista,
para una respuesta analítica.